Conversación con David Nogué

Estudié arquitectura superior a principios de los 90. A finales de los 90 empecé a interesarme por las tecnologías de información geográfica y por la publicación y consulta de mapas en Internet. En 1999 me establecí por mi cuenta construyendo servicios de mapas on-line. Tras varios proyectos fallidos, en 2007 fundé Planol.info. Más adelante, en 2011, fundé Eixos. Eixos recibió varios premios en su bautizo, desde un LAUS de diseño de producto hasta un premio de la Agencia Espacial Europea, que recogimos en Munich, pasando por un premio de la Fundació PuntCAT al mejor proyecto reutilizador de datos abiertos y un Premi Excel·lència de la Diada de les Telecomunicacions. ¡Y hasta hoy!

Mientras repasaba tu biografía he descubierto que estudiaste Arquitectura. Así que no puedo evitar preguntarte ¿cuál es la relación entre Arquitectura y Datos? 

Los datos son el material de construcción, y toda construcción necesita un arquitecto responsable del diseño y un constructor / ingeniero responsable de la ejecución. La comparación también vale para la cocina: los datos son los ingredientes, el arquitecto es el chef que concibe la receta y el constructor el cocinero que cocina el plato. Al final el usuario lo que quiere es el plato de comida caliente en una mesa puesta.


Lo cierto es que en tu caso, en cuanto acabaste la carrera, iniciaste una trayectoria profesional en la que siempre han estado presentes dos palabras: Data & Geo. ¿Cuándo te diste cuenta que esa era tu pasión? ¿Qué te llevó a adentrarte en ese mundo? 

Yo empecé la carrera con rotrings y paralex y la terminé con diseño asistido por ordenador. Durante la carrera me interesé mucho por los medios digitales: CAD 2D y 3D, representación de espacios con animación, presentaciones de proyectos en formato interactivo, uso de Internet para la difusión de proyectos arquitectónicos… y GIS. También me interesé por la programación y el modelaje de espacios mediante programas y funciones matemáticas, usando el Wolfram Mathematica.

En realidad mi pasión desde muy joven siempre fue trabajar por mi cuenta, tener mi propio despacho y, como el mundo digital me lo permitía, ese fue mi gran estímulo.

Y desde aquel primer proyecto de Data & Geo, hasta la actualidad ¿qué grandes cambios ha vivido tu sector? 

En nuestro sector hay un antes y un después de la aparición de Google Maps. De repente, las tecnologías geográficas se hicieron main stream. Google Maps y sus mash-ups dieron un impulso enorme a la publicación y la compartición de contenidos geográficos. En muy poco tiempo sirvió para que se crease Open Street Map y para que los institutos geográficos nacionales dejaran de cobrar cifras astronómicas por las bases cartográficas y las publicasen en formato abierto. Muchos aprovechamos la oportunidad para crear servicios que, sin una base cartográfica disponible, fiable y homogénea de alcance global, no serían posibles.


En ese sentido, me gustaría entender mejor la complejidad de gestionar los datasets con información Geo. No estamos hablando de un modelo clásico de base de datos relacionales, e intuyo que asegurar la calidad del data no debe ser fácil. ¿Podrías contarme cuáles son los grandes retos en este tipo de datasets? 

Los mapas son instrumentos de información muy potentes. Cuando miras un mapa, miles de datos estructurados entran directamente en tu retina y van a tu cerebro. Esto no pasa con la misma intensidad mirando una hoja de cálculo o una tabla de una base de datos.

El usuario común se toma muy en serio los mapas y la información geográfica. Tanto es así, que cuando encuentra una posible discordancia entre el mapa y la realidad, el usuario común reacciona como si hubiese encontrado un error ortográfico en un examen de acceso a la universidad donde, si cometes más de tres errores, estás suspendido automáticamente.

Producir un mapa con poco margen de error, paradójicamente, cuesta un gran esfuerzo. De hecho, en el mundo geo se considera que un mapa que se corresponda con la realidad en un 80% o más es un mapa de calidad excelente. Por eso, cuando un usuario se sorprende o cuestiona la calidad de un mapa porque ha encontrado errores le explicamos dos cosas:

  • En un mapa con 1.000 datos geográficos (en realidad, un mapa pequeño) pueden haber hasta 200 errores o discrepancias con la realidad y el mapa seguir siendo excelente.

  • Dada la elevada transmisión de datos a la retina del usuario que propicia el mapa, resulta muy fácil para el usuario detectar los errores que contiene, por pocos que sean.

Presentar un mapa de una ciudad pequeña a los nativos de esa ciudad, algo que hacemos habitualmente en Eixos, es una actividad de alto riesgo y que siempre da sudores fríos. 

El principal reto de la producción de mapas es combinar la extensión geográfica con la precisión / correspondencia con la realidad. Hacer mapas a grandes escalas y que sean de calidad excelente. Y, en el caso particular de Eixos, que se hagan rápido y estén actualizados, puesto que mapeamos las actividades comerciales en ciudades de todo el mundo, y esta información cambia muy rápido.


¿Y cuál fue el impacto del uso masivo de teléfonos móviles en los modelos de Geo & Data? Imagino que se abren muchas puertas

El teléfono móvil tiene un impacto enorme en la elaboración de los mapas. Por un lado, ha habido que adaptar la visualización y la navegación de los mapas para que fueran accesibles desde un dispositivo móvil. Por otro lado, el usuario móvil de mapas es mucho más exigente, puesto que está en condiciones de validar sobre el terreno la información provista por el mapa. Los dispositivos móviles son, a su vez, grandes proveedores de datos geográficos, la localización es sustancial al acceso a datos desde móvil.

De hecho, las Apps que ofrecen servicios basados en Geolocalización se han convertido en una parte fundamental de nuestras vidas. ¿Cuáles son para ti las Apps de referencia y por qué?

La primera app geográfica de referencia, por razones obvias, es Google Maps y todas las apps de navegación geográfica GPS (HERE Maps, TomTom, etc.). En 2011 concebí una app basada en geolocalización que permitía validar localizaciones para negocios. ¿Puedo poner una zapatería en este local? ¿Funcionará? ¿Qué actividad podría funcionar en esta localización? El concepto de la app, que era la base de Eixos, ganó el premio Galileo Masters patrocinado por la Agencia Espacial Europea a aplicaciones de la red de satélites Galileo de uso civil. Ahora esa app es en realidad una webapp adaptable a todo tipo de dispositivos móviles.

Y más allá de los proyectos en los que tú has participado ¿cuál es el caso de uso de Data & Geo que más te ha impresionado? 

Open Street Map, sin duda. Un británico se enfadó con el Geo-survey nacional porque no proveía en abierto los datos que habían sido pagados con sus impuestos. De la rabia, podría haber quemado el survey. Pero decidió crear Open Street Map y conectar a geógrafos de todo el mundo con el sólo propósito de mapearlo todo y poner los datos en abierto, a disposición de cualquiera. Y lo lograron, todavía funciona el servicio y el proyecto está más vivo que nunca.

El catastro digital español también es un servicio geográfico impresionante. Cubre todo el territorio español, excepto el País Vasco y Navarra, con una resolución de 1:500, en formato 100% vectorial. El catastro español es la envidia de los catastros nacionales, a pesar de tener un origen muy oscuro, en el Decreto de Nueva Planta que Felipe V impuso a los países catalanes tras invadirlos, para facilitar la extracción de impuestos y no dejarse nada por cobrar a las colonias. El catastro digital francés, en cambio, es un desastre. Por ejemplo, tiene miles de áreas en formato raster escaneado directamente de documentos hechos con tinta y papel. El catastro británico no permite saber con exactitud dónde está cada parcela. Seleccionas un punto en el mapa y te devuelve las parcelas que más o menos están por ahí. Es el catástro “cuántico”. El catastro americano es un fichero de varios terabytes que puedes descargar y abrir… si te atreves. En Brasil no existe un catastro nacional como tal, cada ciudad fabrica su propio catastro y luego lo publica en formato digital, o no.

¿Qué perfiles hacen falta para tener un equipo que le saque valor a los datos de geolocalización?

En primer lugar, hay que tener geógrafos en el equipo para garantizar el rigor y la calidad de los mapas. Perfiles que trabajen habitualmente con datos espaciales: además de geógrafos, también arquitectos, ingenieros ambientales, etc. Leer un mapa parece fácil, porque es muy intuitivo pero, hacerlo de forma profesional, requiere mucha práctica. 

Si Apple Maps hubiese tenido más geógrafos además de ingenieros en su equipo, su salida al mercado habría sido mucho menos accidentada. Después nos contactaron para mejorar la calidad de sus mapas, pero el daño ya estaba hecho.

El diseño de los mapas también es fundamental. El mapa debe ser riguroso, pero también legible, accesible para la consulta por medios diversos, también el papel. Y, por qué no, el mapa debe de ser bonito. Los diseñadores gráficos también son una pieza fundamental en la creación de mapas y de servicios basados en mapas.

Si fueras el alcalde de una gran capital europea. ¿Qué datos de Geo te gustaría analizar y qué decisiones tomarías con esos datos?

Alguien dijo una vez que, al menos el 80% de los datos que manejamos habitualmente, son geo-referenciables y se hacen más inteligibles si los geolocalizamos. Desde este punto de vista, que comparto plenamente, los datos que manejan habitualmente los ayuntamientos son de mayor utilidad para el alcalde si son datos georreferenciados.

Dicho esto, damos por sentado que los ayuntamientos y la administración pública en general maneja datos de los que, en realidad, no disponen. Darnos cuenta de esto fue en gran medida el origen del concepto de Eixos. Nos dimos cuenta de que los datos de negocios que manejaban las administraciones del mundo entero eran datos fiscales, datos de empresas y autónomos, y no datos de los puntos de venta físicos donde se desarrolla la actividad.

Aunque resulte difícil de creer, ayuntamientos como Barcelona, Londres, Nueva York o São Paulo, por poner ejemplos variados de ayuntamientos con los que hemos trabajado, y que no son nada sospechosos de no invertir en tecnología de datos, no disponen de un mapa de los negocios que hay en sus ciudades.

Y, si disponen de un mapa detallado, es gracias al trabajo de geógrafo que realizamos empresas como Eixos, que les proveemos el servicio de captura y actualización del mapa de establecimientos.

En los últimos años, ha aumentado la preocupación por la privacidad de los datos, especialmente en movilidad. ¿Qué debería hacer la industria para asegurar que puede ofrecer servicios de valor que no comprometan esta privacidad? 

 En primer lugar es muy importante informar a los usuarios de los datos que se capturan con su uso de la app móvil, y no capturar más datos de los necesarios para garantizar el funcionamiento de la aplicación. Ni utilizar esos datos con otras finalidades que las declaradas en el contrato de servicio.

En Eixos somos conscientes de los límites de privacidad cuando capturamos datos sobre el terreno. Cuando avistamos y clasificamos un negocio sabemos que apuntar un número de teléfono, sin el permiso explícito del propietario del teléfono, podría entrar en conflicto con la ley de protección de datos, puesto que en la mayoría de casos el propietario es un particular.

Si miramos hacia el futuro ¿qué grandes cambios crees que viviremos en el mundo de Data & Geo en los próximos 5-10 años?
Hay varios frentes de avance relacionados con la industria del dato geográfico. Por un lado, avances en la metodología de captura: los drones, que ahora están al alcance de cualquiera, dan acceso a imágenes aéreas de alta resolución, que hasta ahora eran un terreno exclusivo de los aviones y los satélites. También esperamos grandes avances en el funcionamiento del “ojo mecánico”, la cámara conectada a un software de inteligencia artificial. Esto permite la identificación masiva de todo tipo de elementos en grandes áreas geográficas. Lo que ahora sólo puede hacer el ojo humano, cada vez más lo podrá hacer un ojo mecánico, conectado a la cámara de un móvil: clasificar y geolocalizar automáticamente. 

En la explotación de los datos también se vislumbran avances importantes. Con datos de calidad en cantidad, la programación y la  inteligencia artificial permiten construir modelos predictivos espaciales mucho más fiables, y tomar ciertas decisiones de manera “automática”, sin la intervención de un humano en el proceso. Esto tiene aplicaciones muy amplias, que van desde la meteorología, la gestión de flotas de vehículos, el diseño de ciudades inteligentes, la prevención de pandemias o el tratamiento del cáncer.

Estamos ya casi terminando, y tengo una pregunta que no tiene mucho que ver con Data & Geo, pero me ha picado la curiosidad. Durante unos cinco años estudiaste violín. ¿Sigues tocándolo? 

Jaja. Ahora canto y toco la guitarra, que es una actividad mucho más agradecida para los vecinos. Si tenéis curiosidad, podéis verme cantar y tocar en Instagram, aunque sólo soy un amateur. Empecé a grabar y a publicar durante la pandemia. Me pareció un ejercicio honesto y divertido de desinhibición. Una especie de exorcismo que me ha venido bien para conllevar el confinamiento, y que ahora pienso continuar.

Penúltima pregunta. Recientemente entrevisté a Pau Agulló y le pedí que hiciera una pregunta para la siguiente persona a entrevistar. Su pregunta fue: ¿Qué podemos hacer para atraer mujeres al data science, ahora claramente infrarrepresentadas?

No hay ninguna razón técnica que justifique una brecha por sexo en el acceso de mujeres y hombres a la ciencia de datos, más que el atraso cultural puro y duro. Por lo tanto, para cubrir esa brecha hacen falta educación y buenas campañas de sensibilización, concienciación y seducción que visibilicen la brecha, hagan atractiva la ciencia de datos para todo el mundo y dejen que la lógica y el tiempo hagan el resto.

Y tú ¿qué pregunta le harías a la próxima persona entrevistada?

De las tareas del día a día de tu trabajo, ¿cuál es la que menos te gusta?



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