Conversación con Eli Vivas
Estudiaste Periodismo, y tus primeros trabajos fueron como redactora o editora, pero también me he fijado que ya en el año 1997 comenzaste a hacer tus pinitos en el mundo de las infografías ¿Cómo te adentraste en este mundo? ¿Qué te llamó la atención?
Por pura casualidad. Cuando estudiaba periodismo en la universidad Pompeu Fabra tenía claro que quería dedicarme al audiovisual, porque me atraía mucho la imagen como herramienta de expresión informativa. Pero en televisión. No sabía siquiera qué era la infografía.
Nos impartía la asignatura Jordi Clapés, por aquel entonces jefe de infografía de El País. Vengo de una familia de diseñadores y artistas, y Jordi se dio cuenta de que tenía ciertas habilidades para el diseño gráfico. Me recomendó que fuera a hablar con Jordi Català, jefe de infografía de El Periódico de Catalunya. Hice la entrevista a la semana de acabar la carrera y ahí me quedé durante 21 años.
A pesar de los buenos augurios de mi profesor, me costó muchísimo adaptarme a mi departamento y aprender a hacer gráficos con Illustrator (y antes con Freehand) porque en realidad, yo no era diseñadora como el resto de mis compañeros, que venían de escuelas como Elisava o Eina. Venía de carreras de letras, -antes de periodismo me especialicé en lingüística aplicada- y me sentía como pez fuera del agua. Pero la verdad es que todo lo que aprendí durante ese tiempo con tanta dificultad me sirvió de base para montar mi startup, Storydata.
Y con el tiempo, te metiste de lleno en el campo del Periodismo de Datos y Data Visualization. Me gustaría que me contaras algún detalle de ese viaje. Por ejemplo, ¿cuál fue tu peor momento? ¿Y el mejor?
Caí de lleno en estas disciplinas porque con ellas recuperaba mi espíritu de periodista, la investigación con datos de la lingüística aplicada, y las competencias adquiridas en infografía. Más o menos en el año 2013, cuando veía que el papel impreso tenía los días contados y miraba lo que hacían los medios digitales, descubrí que había periodistas como Simon Rogers, de The Guardian que aprovechaban la infinidad de datos de la red para hacer periodismo y que para mostrarlos, era imprescindible la visualización.
Al igual que yo, algunos periodistas se dieron cuenta de esta oportunidad de obtener información a través de los datos y la visualización. Como nadie nos había formado, montamos unas jornadas en el CCCB en las que aprendíamos competencias de los programadores. Con esta misma intención también, junto a los periodistas Carla Pedret y Martín González, fundamos Hacks/Hackers Barcelona, el capítulo catalán de una organización internacional de periodismo y tecnología donde reuníamos a tecnólogos y periodistas para revolucionar el periodismo.
Ese momento de crecimiento personal fue uno de los mejores. El peor, cuando en el periódico en el que trabajaba toqué techo, porque no me daban alas suficientes para implementar lo que estaba aprendiendo. Pero toda crisis tiene algo positivo. Esa insatisfacción personal me empujó a irme e iniciar mi propio proyecto junto con otras periodistas.
¿Quiénes son para ti las personas o entidades de referencia cuando hablamos de Data Visualization?
Más que personas individuales, me fijo en equipos. Los medios de comunicación que apuestan por la visualización de datos, como tienen la obligación de llegar a la máxima audiencia y miden todo lo que hacen para ver si lo están haciendo bien, son para mí los más avanzados. Sin duda, los equipos de visualización de datos del New York Times y el Washington Post, tienen los perfiles y recursos suficientes para llevar a cabo grandes proyectos. Pero también hay otros modelos, como Pudding.cool, que para mí son referentes; Martín González, que estuvo conmigo en Hacks/Hackers, desde The Economist. En España, El Diario.es y El País, que también apuestan por el periodismo de datos y la visualización, están dando pasos agigantados. Y muchas mujeres: Mona Chalabi, de The Guardian USA; Giorgia Lupi; Laura Navarro Soler en Storydata. Escribo sobre ellas en un artículo en el blog de Shifta by Elisava
¿Y algún libro que recomiendes para alguien que quiera empezar a indagar en este campo?
El arte funcional, de Alberto Cairo.
Hablemos ahora un poco de Storydata, el proyecto del que eres co-fundadora. ¿Qué os llevó a ponerlo en marcha y cuál es vuestro propósito?
Story Data surgió de un grupo de mujeres periodistas en un curso de periodismo de datos con la Fundación Iniciativa Open Data en el 2017. Yo era la profesora, y al curso se apuntaron Laia Brufau, Silvia Galilea y Carina Bellver, que venían tanto de la comunicación dentro del sector de la Administración Pública como de los medios. Presentaron el proyecto de final de curso en la cervecería Black Lab, y ahí nos dimos cuenta de la potencia que tenía comunicar historias con datos. Cuando acabamos el evento nos sentamos en un bar y en una servilleta trazamos el plan de negocio de Storydata. Nos dimos cuenta de que las empresas, las entidades, fundaciones, tenían datos y que no había agencias o perfiles especializados en comunicarlos. De ahí nació el propósito de Storydata. Lo pusimos en marcha y vimos que funcionaba. En el 2018, habiendo testeado ya el modelo, me vi con fuerzas de dejar El Periódico, donde ya te he contado que topé con un techo de vidrio, y con la indemnización que me dieron, me dediqué a sacarlo adelante a tiempo completo con la ayuda de mis compañeras. Ahora mismo estamos incubadas en Barcelona Activa en un programa de pre aceleración.
¿Y cuál es la acogida que tiene vuestro trabajo entre los Data Scientists y los Data Analysts? Lo digo porque en ocasiones los analistas flojean en la visualización de datos.
He dado clases en la UOC, en un máster de data science y he podido comprobar que los alumnos son muy buenos en el tratamiento de datos pero en la parte de visualización, como bien dices, flojean. Creo que tiene que ver con las competencias adquiridas durante la educación científica, donde prima la parte más funcional, de resolución de problemas, pero se descuida el diseño y la comunicación. Hemos experimentado lo mismo a nivel laboral, con los data scientist con los que trabajamos. Nos ayudan mucho en la automatización, o haciendo scrapping, pero hay que darles instrucciones muy precisas de cómo mostrar un dashboard, por ejemplo, sobre colores o tipos de gráficos que hay que usar, porque no se entiende nada. Nos damos de bruces con aspectos que para nosotras son muy obvios, como usar un pie chart con pocas categorías o el uso de un código de color.
¿Cómo convencerías a un Comité de Dirección de una empresa que ha de invertir en Data Visualization y Story Telling?
Quieres abrir un centro veterinario. Tienes una hoja de cálculo con las direcciones del registro del censo de perros. Si los sitúas sobre un mapa, y los visualizas, podrás ver dónde se concentran para decidir el mejor lugar donde ubicarlo. Dedicarás solo un segundo en tomar la decisión, a diferencia de si los tienes en miles de filas y columnas. Todas las empresas hoy en día tienen datos. ¿Para qué quiere una empresa almacenarlos si no puede extraer conclusiones?
Termina esta frase. “Una buena visualización es aquella que…”
La comprendes con un solo golpe de vista.
¿Qué herramientas de Data Visualization son tus preferidas?
En Storydata usamos herramientas de visualización que nos permitan adaptarnos bien a cualquier dispositivo. Usamos Datawrapper, Flourish, que son herramientas creadas para periodistas. Usamos también R, para luego trabajarlo en Illustrator sobre papel impreso. Pero sin duda, usar D3 nos daría un salto cualitativo importante, y es nuestro objetivo meternos en ese jardín.
¿Cuál es la visualización que más te ha impactado? ¿Por qué?
El simulador de covid del Washington Post. En un momento en el que nadie sabía cómo era la propagación del virus, esta visualización sirvió para entender de una manera muy sencilla, cómo se expandía exponencialmente.
¿Cuáles son los grandes cambios que has observado en los últimos años en el campo de Storytelling / Data Visualization?
Para mí los retos más importantes han sido la adaptación del contenido interactivo a una pequeña pantalla de móvil, que es desde donde más gente accede; la mejora de la experiencia de usuario; la simplificación del lenguaje visual y la alfabetización de la audiencia en gráficos que provenían del campo científico.
Y si miramos al futuro ¿qué grandes cambios crees que viviremos en este ámbito?
Todo el mundo tiene datos. Cada vez más gente de ámbitos diferentes sentirán la necesidad de visualizarlos, y cada vez habrá una mayor necesidad de aprender desde muy temprano este lenguaje para comunicarlos. Nosotras estamos notando una creciente demanda de formación en dataviz de sectores que nada tienen que ver entre sí.
Recientemente entrevisté a David Nogué (fundador de Eixos) y le pedí que lanzara una pregunta para la siguiente persona a entrevistar. Su pregunta fue: ¿De las tareas del día a día de tu trabajo, cuál es la que menos te gusta?
Sin duda, las reuniones poco expeditivas.
Y tú ¿qué pregunta le harías a la próxima persona entrevistada?
¿Te imaginabas que trabajarías en lo que trabajas hoy en día hace diez años?